
Hace unos días estuve en una conversación con una mujer mayor de edad que tan solo hace un par de semanas le diagnostican cáncer en la vagina. Ella y yo comenzamos a dialogar ya que nos encontrábamos en una celebración y luego de un buen rato conversando comenzó a contarme su historia de cómo le diagnostican su enfermedad.
Muchas de nosotras por no generalizar hemos sido criadas con mucho desconocimiento sobre nuestro cuerpo, el placer y de forma en general nuestra sexualidad.
Vemos como muchas mujeres jóvenes, adultas y viejas padecen de muchas condiciones y enfermedades relacionadas a nuestra sexualidad. Por ejemplo; endometriosis, cáncer uterino, cáncer en los senos, quistes, dolores menstruales y hongos vaginales. En otras sus condiciones están más relacionadas a la falta de orgasmo en sus encuentros sexuales (anorgasmia) y/o dolor durante la penetración (vaginismo) etc.
La realidad es que todas estas condiciones se relacionan a nuestra falta de aceptación a nuestra feminidad, resentimientos profundos con el ser mujer, culpa y/o vergüenza por el placer, desconexión con nuestro cuerpo, emociones estancadas como asco y el coraje entre otros factores.
Yo recuerdo como en muchas ocasiones escuchaba y hasta llegue a referirme a mi vulva y a mi vagina “la de abajo”. Era como si esa parte del cuerpo estuviese totalmente aislada de mí. Como si hablar de ella, tocarla, sentirla fuera un pecado.
Nuestra cultura nos culpabiliza y nos hace sentir avergonzada si nos gusta el sexo o si sencillamente hablamos de nuestro cuerpo abiertamente y sin tapujos. Por qué aun en el 2021 es un tabú hablar de la vulva y la vagina de forma cotidiana y normal. incluyendo así los labios inferiores y superiores, monte de venus y el perineo (entre medio de la vagina y el ano).
Es por todas esas emociones reprimidas que vamos acumulando malestares, inconformidades que luego del tiempo se van convirtiendo en enfermedades.
En este escrito te quiero invitar a que comiences a tener una relación saludable con tu vulva y tu vagina. Comencemos a reconciliarnos con nuestra vulva:
1. Comienza a hablarle
2. Mírala con un espejo
3. Dibújala como si fuera una obra de arte
4. Acaríciala para que sientas el placer que es capaz de brindarte
5. Reconócela como parte natural y vital en tu cuerpo
Empieza a mirar la vulva como tu aliada más que como tu enemiga, identifica tus creencias con respecto a ser mujer, ser madre, ser esposa y ser amante. Qué pienso sobre disfrutar el placer y tener sexo, masturbarme o ser sexy. Todas y cada una de esas creencias inconscientes están determinando tu estilo de vida y por supuesto la calidad de tu salud. Toda enfermedad es un momento de sanación y de crecimiento.
Aceptemos nuestra feminidad y el ser mujer como un aspecto de poder, logro y fortaleza.