La autoestimulación o mejor conocida como la masturbación ha sido un tema tabú para muchas mujeres. Por ejemplo, en mi caso la descubrí a mis veintitantos años ya que en la cultura familiar en la cual crecí se veía muy bien el hecho de hablar de que los hombres se masturbaban y hasta escuchaba mucho el dicho que dice “allá está fulano en el baño pegando losetas” lo que significaba que mis primos jóvenes estaban mucho tiempo encerrados en el baño por que se estaban masturbando. Sin embargo, en el caso de nosotras las “nenas” era el siéntate bien, tapate y una mujer decente bla bla bla. Así que se veía muy normal que el hombre se estimulara y se conociera a si mismo por medio de la masturbación; mientras que para nosotras las mujeres había que tratar a nuestras vaginas como una cosa rara o separada de nuestra naturalidad.

Hoy traigo el tema de la autoestimulación o la masturbación, ya que para muchas mujeres al igual que yo descubrimos que la falta de conocimiento con respecto a dicho tema nos ha traído muchas reservas y carencias en cuanto a nuestra vida sexual de adultas.

Comenzar a ver la masturbación como un concepto que aporta salud y bienestar además de placer es un paso gigantesco que podemos dar para fortalecer nuestra sexualidad y vivir en más plenitud.

La palabra masturbación proviene del latín y significa “turbar con la mano”. Es la acción de estimular los genitales hasta llegar al orgasmo. Mientras que la palabra relajación también viene del latín, lo cual significa “aflojar intensamente”. Pudiéramos decir que mi invitación en este reportaje es motivar y educar para que comencemos a estimular nuestra vagina con el fin de conocernos y aflojar el stress, tensiones y preocupaciones que surgen en nuestro diario vivir.

Comenzar a ver la autoestimulación como una oportunidad de sanación, liberación, relajación y expresión, mas que como algo vulgar, depravado, pecaminoso o meramente cosa de hombres.

Son muchos los beneficios que nos aporta el tener orgasmo sea con una pareja o por medio de la autoestimulación. En primer lugar, a nivel biológico mejora nuestro ritmo sanguíneo, lo que hace que se acelere el ritmo cardiaco esto aumenta la frecuencia respiratoria logrando una mejor oxigenación en el cerebro y en las células del organismo, las cuales según los expertos; son las responsables de darle vida al cuerpo.  Fortalece los músculos pélvicos lo que previene disfunciones vaginales e incontinencia urinaria. También regula nuestras hormonas reproductivas.

Por el lado emocional nos ayuda a levantar el animo ya que liberamos endorfinas, dopamina y oxitocina asociadas al placer, la relajación y la felicidad. Además, reduce el stress por que minimiza la hormona del cortisol responsable del mismo.

Otro de los beneficios de la autoestimulación es que el orgasmo funciona como un sedante natural lo cual mejora el sueño haciendo que podamos obtener un descanso reparador. Es un analgésico natural por que ayuda a reducir el dolor; por mencionar algunos el de cabeza y de menstruación.

Sobre todo, el orgasmo nos ayuda a mantenernos más jóvenes ya que al estar las células oxigenadas hace que nuestra piel luzca más radiante. En general las mujeres que experimentan mas orgasmos obtienen mejor salud emocional, mejoran su autoestima y confían más en ellas mismas.

Ahora bien; el hecho de estimularnos vaginalmente o acariciarnos, aunque no logremos tener un orgasmo también aporta múltiples ventajas como, por ejemplo; el autoconocimiento. La experiencia de tener momentos en los cuales nos acariciemos a nosotras mismas y exploremos nuestro cuerpo hace que nos conozcamos mejor y nos disfrutemos más liberándonos de la culpa, la vergüenza o él asco; emociones que están muy impregnadas en las creencias inconscientes de nosotras las mujeres.

A veces pensamos que tenemos que estar con alguien para sentirnos amadas y queridas, sin embargo, el simple hecho de tener espacios para darnos muestras de afecto hacia nosotras mismas es un gran paso hacia el fortalecimiento del amor propio; lo cual como resultado trae que tengamos menos enfermedades ya sean fiscas y/o emocionales. El sentirnos amadas aumenta nuestras defensas las cuales fortalecen nuestro sistema inmunológico.

Comienza hoy a practicar el ritual de la autoestimulación para que logres relajarte y tengas una vida más plena y feliz.

Cuando te bañes procura tomarte tu tiempo y acaricia de forma consciente cada área, deja de tener prisa hazlo con mucho amor. Al salir del baño aplica alguna crema en tu cuerpo; busca hacerlo frente al espejo para que te puedas observar acariciándote. Puede que en las primeras practicas te sientas rara, incomoda o avergonzada, pero déjate llevar y regálate ese momento. Puedes poner una música tenue que sientas que es sensual o erótica, algún olor agradable, decorar el área con algunas flores y hasta ponerte ropa interior atractiva. La idea es que te seduzcas a ti misma como lo harías con una pareja. Busca algún lubricante (agua, aceite o silicona) y comienza a estimularte tu vagina enfocándote en lo que sientes, permítete hacer gemidos, aunque sean fingidos es cuestión de que vayas perdiendo el miedo y el bochorno. Si tu mente te trae pensamientos de culpa, miedo o vergüenza puedes seleccionar algún mantra (frase de poder) para concentrarte en el momento presente por ejemplo “me permito disfrutar de mi propio cuerpo” “disfruto mi sexualidad, merezco amarme a mi misma”. Termina de la forma que mejor te funcione. Recuerda; esto es un ejercicio y como tal lleva práctica. Notarás muchos de estos beneficios antes mencionado.

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