
¿Te ha pasado que escuchas la palabra sexualidad y lo primero que te viene a la mente es SEXO? ¿O rápido piensas que es tener mucho sexo o muchos orgasmos?
Te cuento que a mí sí. Antes de interesarme por temas de sexualidad en la universidad cuando estudiaba psicología, cada vez que mencionaban la palabra “Sexualidad”, la connotación que rápido le daba era asociarlo como ya te dije a sexo, pene y vagina. Sin embargo, en este articulo quiero hacerte saber que es mucho más que eso. Y que bien eso pudiera relacionarse, no es del todo así.
La sexualidad es la forma en que piensas, sientes, actúas y relacionas. La sexualidad es nuestra energía vital, es aliento, es esa energía que nos motiva e impulsa a vivir. Así que, la sexualidad es mucho más que ser hombre o ser mujer, hacerlo rico o ser multiorgásmica; incluso que verme linda, atractiva y seductora.
Vamos a comenzar; repasando algunos conceptos.
Comencemos por masculino y femenino. Puede que de igual forma lo asocies con pene y vagina / hombre o mujer, cosa que no es así. En este caso masculino y femenino se refiere a las polaridades energéticas. Dos energías que conforman, proyectan y expresan nuestra sexualidad.
Te contare un poco sobre mi para que así puedas asimilar mejor la información que trato de llevarte. Cuando mi madre se entero de que estaba embarazada, inmediatamente mi padre le pidió al universo un varoncito (algo que la mayoría de los hombres hacen). Yo crecí sin saber eso, sin embargo, durante mi niñez me gustaba estar con mi papa, ayudarlo a limpiar los carros, bañar los caballos. Siempre estuve interesada en las cosas que los hombres hacían porque quería agradarle y mi forma de hacerlo era pareciéndome a él.

Eso fue algo que para mí en esos momentos no tuvo trascendencia. A los 14 años me enamoré y ya mi padre paso de ser mi mejor amigo y persona favorita a ser solamente eso, mi padre. Recuerdo la época en la que me comenzaron los dolores menstruales. Cada vez eran más fuerte y dolorosos. Te estarás preguntando, ¿qué tiene que ver esta historia con todo esto de la sexualidad y las energías? Sigue leyendo y verás la conexión.
En mi adolescencia y sin darme cuenta comencé a interpretar el mundo y el cómo se suponía me tenía que comportar para agradar a los demás y obtener la atención de aquellas personas a las cuales quería. Así que, desde pequeña pensaba que para agradar, sobre todo a los hombres, necesitaba complacerlos y hasta parecerme a ellos. Ya de adulta seguía con los dolores menstruales, tuve embarazo ectópico, me hospitalizaron por un quiste en los ovarios, tuve infecciones vaginales, además de no lograr tener una relación estable con ningún hombre y hasta divorcio. Todos los problemas relacionados al área de ser una mujer.
Cuando comencé estudiar a profundidad mi sexualidad me di cuenta de que yo tenia un gran desequilibrio en mis energías. Yo reprimía mi energía femenina y eso era lo que estaba provocando todos los síntomas que mencioné. Estos, estaban asociados a esa parte de ser femenina, pero yo siempre quería < sin darme cuenta > ser masculina. Te voy a explicar como se expresan, proyectan y reflejan cada una de las energías.
La energía femenina, el ser femenino al estar equilibrada seas hombre o mujer, se expresa, manifiesta y proyecta desde el recibir, la receptividad, el útero, la intuición, la coherencia con tu ser, la mentalidad abstracta y filosófica, la creatividad, las ideas, el hacer algo, llegar a algo, propósito de vida, la empatía, la capacidad de trabajar en equipo, la facilidad para la multitarea, la voluntad de inclusión, la predisposición a tolerar la diversidad, la voluntad, la luz y la energía armónica y cuando fluye, tanto en un hombre como en una mujer. Esto, facilita la armonía en las relaciones y en los hechos. Sin embargo, en desequilibrio se muestra dubitativa, perfeccionista e insegura. Está claramente vinculada con el hemisferio derecho del cerebro, donde residen atributos como la creatividad o la capacidad comunicativa.
La energía masculina, el ser masculino al estar equilibrada seas hombre o mujer se expresa, manifiesta y proyecta desde el dar, el soporte, la estructura, seguridad, protección. Esto lo podemos definir como el poder, no desde el ego de minimizar a otros sino desde que es el medio para que la voluntad pueda plasmarse. aquella parte capaz de tomar decisiones rápidamente, sin contemplaciones y sin temor. Es pura fuerza, poder, valentía y decisión. Al estar desequilibrada se proyecta, expresa y manifiesta desde la intolerancia, la arrogancia, la agresividad, terquedad, control. Nos sentimos pesados, enjaulados, encerrados y atrapados. Se identifica con la mente racional y está regida por el hemisferio izquierdo del cerebro, que es el del análisis, la lógica y la precisión.
Lo que intento hacerte ver es que tus comportamientos actuales son tu guía para saber que tan equilibradas están tus energías lo que va a redundar en una sexualidad saludable. La sexualidad es la energía vital y si estamos desequilibrados y desarmonizados estaremos en conflictos con nosotras como con las relaciones que nos rodean.
Dentro de la evolución de la sociedad se le ha dado más importancia a la energía masculina, ya que constantemente busca la racionalización, esa forma de mostrar una capacidad mental para hacer frente la vida, para adquirir herramientas de supervivencia y hemos reprimido nuestra intuición, esa área abstracta que te lleva a los cuestionamientos filosóficos y espirituales. Ya que esa energía femenina nos permite entrar en contacto entre él yo superior y él yo físico.
Un ejemplo de esto es… si en estos momentos estas sintiendo mucha frustración, impotencia, no puedes llevar tus ideas a cabo, haces muchas cosas y ninguna las terminas, significa que tu energía femenina está tomando control y necesitas conectar con la energía masculina que te aportara acción, estructura y soporte de un plan para lograrlo. Si por el contrario te sientes demasiado rígida, estructurada, rutinaria y racional necesitas equilibrar tu energía masculina y conectar con la creatividad, tu propósito y emociones las cuales son una manifestación de tu energía femenina.
Permitirnos recibir amor, ayuda, dirección y permitirnos dar amor, ayuda y dirección es tener balance en nuestras energías y como resultado tendremos una sexualidad saludable.